martes, 28 de junio de 2011

¿PORQUE IR A MISA LOS DOMINGOS?

El Tercer Mandamiento de la Ley de Dios es:



SANTIFICARÁS LAS FIESTAS

              Santificar las fiestas es oir Misa entera y  no trabajar sin verdadera necesidad. El día más grande del año es el domingo de la Resurrección del Señor (y que en muchos lugares lo celebramos con un descuido tremendo). Todos los domingos son una conmemoración de este gran día de Pascua.
               En el Antiguo Testamento el día de fiesta era el sábado. Pero los Apóstoles lo trasladaron al domingo porque en este día resucitó Nuestro Señor. En los Hechos de los Apóstoles se nos cuenta que los cristianos se reunían los domingos para celebrar  la Eucaristía. Y la Didadjé escrita entre los años 80 y 90 de Nuestra Era afirma que los cristianos asistían a Misa el Domingo.
                 
               Estan obligados a oir Misa entera los días de precepto todos los bautizados que han cumplido los siete años y tienen uso de razón (Pero para que ellos decidan asistir libremente es necesario que desde la niñez se les vaya inculcando el valor de la Eucaristía, sino despues ya no aprecieran su importancia). Los que deliberadamente faltan a esta obligación cometen pecado grave.
                     Una falta habitual a la Santa Misa, sin causa excusante, supone un desprecio del precepto. El precepto de oír Misa consiste en asistencia personal a la Iglesia. No satisface el precepto quien la oye por televisión. Así lo recordó Juan Pablo II en su colosal documento "Dies Domini", (El día del Señor) publicado el 31 de mayo de 1998, domingo de Pentecostés.
                         Aunque oir Misa por televisión siempre será una cosa laudable, pero no suple la obligación de ir a oirla personalmente, a no ser que haya una causa que excusa razonablemente la  presencia de la persona.
                        
            Además de la presencia física es necesario estar presente también mentalmente, es decir, atendiendo. Una distracción voluntaria puede ser pecado, si es prolongada. Las distracciones involuntarias no son pecado.
                           El precepto es de oir Misa entera, pero omitir una pequeña parte, al principio o al final, no es pecado grave. Lo mejor es oírla desde que sale el sacerdote hasta que se retira. Al que llega despues, de haber empezado el ofertorio, esa Misa no vale.
                            Quedan excusados de ir a Misa los que tienen algún impedimento: Una enfermedad que no permita salir de casa, un viaje que no te dé tiempo de oirla, el vivir lejos de la iglesia más cercana, una ocupación que no puede abandonarse, por ejemplo: Los que cuidan enfermos y no tienen quien los sustituya.
                           Leeamos el siguiente cuento:  El demonio reunió a sus tropas para instruirlas sobre la estrategia a seguir... y les dijo: "No podemos impedir que los católicos vayan a la Iglesia, oigan sermones, asistan a la  Misa y recen, pues son personas libres. Pero si podemos aficionarlos a cosas frívolas, y así no tendrán tiempo de ir a la iglesia. Por lo tanto, aficionarles a mucha televisión, mucho deporte, muchas revistas frívolas, muchas diversiones, etc.  Parece que esta estrategia ha resultado.
                      Los domingos y fiestas de precepto hay que abstenerse de los trabajos que impiden dar culto a Dios. Es permitido trabajar en obras de caridad y apostolado. Tambien se puede estudiar y practicar el arte.

                       Lamentablemente en nuestros poblados, del número creciente de bautizados que tenemos; apenas un porcentaje pequeño asiste a la Misa dominical. Podemos ver las bancas de la iglesia llenas, pero en realidad si fueran todos los bautizados a Misa, las iglesias tendrían que ser mas grandes, ya que en un lugar donde habitan diez mil personas van a apenas mil. ¿Dónde estan los demas cristianos bautizados?. Muchos han priorizado sus compromisos materiales y personales: Podemos encontrar una buena cantidad en los campos de juegos, donde no les importa pasar todo el día asoleandose, pero no quieren ni una hora estar en la iglesia. Los encontramos en los bares, en las casas, en los centros turísticos, las calles, etc. En cualquier parte menos en el lugar donde estamos obligados a ir por mandato de Dios. Y eso que no hemos hablado que hoy en dia de los que asisten a la iglesia, algunos no estan con la postura debida y el recato adecuado. Lo profundizaremos en otra ocasión.
                           Tu querido lector, ¿eres de los que van a Misa y cumples con el precepto dominical? o ¿ya te haz alejado de esta obligación, dejando a un lado tu compromiso con el Señor?, ¿Qué vale mas para tí, encontrarte con Dios el domingo o encontrar placer a través de otra actividad que te aleja de Él?


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