El deseo de cada hombre y mujer en este mundo es ser feliz, buscamos y anhelamos llegar hasta ahi, pero pareciera que no lo vamos a lograr, cada día el mundo va corriente arriba. Muerte y destrucción asechan nuestras comunidades, pueblos, países. Cuantos amigos y otros que no conocemos ya han muerto injustamente, siendo su vida arrebatada por una mano criminal que por un motivo cualquiera acaba con el soplo de Dios en la persona.¿Qué nos queda?
¿Odiar y hacer justicia por nuestras manos?
¿Confiar en el sistema para que lo solucione?
¿Esperar que salga un super heróe por ahí para que nos salve?
Lo primero: Los que han muerto no son solo números que llenan un períodico o un canal, lo que menos se merecen es que sólo se recuerden de esa forma. Sabemos que fueron niños, jóvenes, adultos, ancianos. Personas de muchos lugares, con nombres y apellídos, de distintos colores y condición social. Que cada vez que vemos las noticias nos recuerden que esto no se acaba y que día tras día estan muriendo muchos, que no sabemos cuando seremos nosotros los siguientes. Todas las víctimas de la mano cruel del mismo ser humano clama a Dios en un río de sangre interminable hasta que logremos parar esta situación.
Lo segundo: No lograremos terminar con esto cuando aun no hemos entendido donde esta la raíz de tanta muerte violenta. Nos hemos segado buscando respuestas en otros caminos y no vemos la mas obvia que tenemos en nuestras manos. Para muchos de nosotros lo más concreto sería exterminar a la mano asesina y barrer con ellos de la faz de la tierra. Se ha buscado soluciones a todos estos tipos de situaciones que al final ha resultado con respuestas apenas mínimas para lo que se esperaba tener.
Lo tercero: No diremos cual es la respuesta a todo este sufrimiento humano, porque lo sabemos, sólo habramos bien la mente y el corazón y encontraremos la solución a la violencia. Mira en tu interior y encontrarás lo que buscas. Por algo somos semejanza del Creador, por lo tanto sabras cual es el camino.
Lo que necesitamos es forjar una nueva sociedad, empezar a construir y redifinir nuestros propias valores, mas que por el bien egoista y personal para el bien comun de esta nueva sociedad, sin quitar la libertad individual y la expresión del pensamiento. Hay que cambiar la familia, hay que cambiar las empresas, los negocios, los poderes del estado. Si estamos en sistemas que nos destruyen, si tenemos un estilo de vida familiar que no define, ni educa a la persona, pues la respuesta esta en recomponer lo que esta dañado y comenzar a construir. Pero si no colocamos lo mas importante caeremos en el mismo juego de antes y el ciclo de tristeza y dolor se repetiran. Mientras escribimos esto ¿cuantos ya han sido asesinados? y
¿Cuanta sangre mas debe correr para que razonemos y cambiemos esta situación?
Reflexiona:
¿Que estamos haciendo para que cese tanto odio, para que no haya violencia?
