viernes, 1 de julio de 2011

¿SACRAMENTOS O ACCIONES SOCIALES? I PARTE

Bautismo, primeras comuniones, confirmas, matrimonios y santas misas de intenciones (De difuntos, quinceañeras, etc),

                        
         Los sacramentos en la Iglesia nos ayudan a vivir nuestra fe: El bautismo nos introduce a la vida cristiana, nos convierte en hijos de Dios por adopción, muchos más hayá de lo que entendemos por el término de adopción, es mas grande que eso, no es una acción meramente legal, donde la persona pasa a ser legalmente hijo de aquel que le a adoptado. En la vida espiritual el ser hijo por adopción implica ser verdadero hijo de Dios, porque recibimos de este sacramento todos los beneficios que Dios da a un hijo natural, entre ellos el de ser herederos de la salvación eterna.  El bautismo es una introducción a la vida cristiana, significa que depende de los padres de familia o turores de los que han recibido esta gracia (el bautismo) de que esa vida cristiana exista y crezca en la persona. Lo mismo pasa con el sacramento de de la eucaristía y la confirmación, estos introducen y dan comienzo a la vida de la fe en el bautizado. El sacramento de la penitencia ayuda a sanar las heridas causadas por nuestras acciones de pecado que ofenden a Dios y la unción de los enfermos sirve como viático a aquellos que se estan preparando para el camino hacia la eternidad. En cuanto a los sacramentos del matrimonio y el orden sagrado, estan para el servicio de la comunidad cristiana con diferentes estilos de vida pero ambos llevan a un mismo fin: LLegar  a la santidad y ayudar a que los demas la encuentren y se salven.

¿Se conocen los sacramentos? 

Prácticas adecuadas e inadecuadas.

                                    
   El generalizar las cosas sería un grave pecado departe nuestra, ya que no todos los cristianos hacen uso indebido de los ellos, pero si podemos decir que hay una práctica actual en crecimiento que hace ver a los sacramentos no como acciones donde buscamos la gracia de Dios, sino  mas bien reuniones o excusas para hacer celebracions de caracter social. Veamos cada uno detenidamente.

                                         
               El Bautismo: Este sacramento que nos introduce a la vida de la fe ha sido llevado a una práctica donde se bautizan muchos, pero pocos son los que conocen a Jesucristo. El hecho mismo que los padres de familia en ocasiones son pajeras de uniones de hecho, donde no tienen aun el sacramento del matrimonio y por lo tanto ya antes de asumir su compromiso para con la iglesia como testigos de Jesús, son antitestimonio en una acción que va contra la moral cristiana. Lo otro es que ellos no practican la fe, algunos apenas llegan solo ese día del bautismo y no vuelven hasta otra proxima ocasión. Otros ni siquiera creen en Dios, pero por costumbre  y por hacer una celebración material bautizan a sus hijos. El padre de familia que lleva a su hijo a bautizar debería ser un practicante activo de la fe, para que asi él pueda enseñar lo que ha aprendido, ¿Cómo va a dar a conocer a Jesús si no sabe quien es?, ¿Cómo va enseñar vida de fe, si no tiene fe ni la vive?.  Como resultado tenemos a muchos bautizados pero no verdaderos cristianos. Y la situación se agrava cuando los padrinos que se eligen para  son personas que tampo conoce a Jesús y que de ejemplo de vida cristiana tiene poco. Ya hay personas que hasta quieren que hombres y mujeres que viven en adulterio público se conviertan en padrinos de bautizmo. Situación que no dudemos que alguna ocasión puede que ya haya ocurrido. 
           En cuanto al descuido de este sacramento, pues parece que la culpa la tenemos todos, pues desde el sacerdote que no vela por que haya sinceridad departe de las personas, hasta las personas mismas que ya no ven el sacramento como introducción a la fe, sino como un rito social para hacer un celebración material. 
          Alguna solusión debe haber a todo esto, sino pues la situación no combiará mucho. Creemos que es necesario replantearse la formación de la familia para hacer conciencia sobre la importancia del bautismo y darse cuenta que no sólo es un medio de recibir beneficios materiales sino que es un acción para ayudar a salvar las almas, convirtiendolos y haciéndolos hijos de Dios; pero no para un momento sino para la eternidad.

                                                
           La Primera Comunión:  Los niños llegan a una edad en que tendran su primer experiencia íntima con Dios. Recibirán a Jesús en su cuerpo y se convertirán en sagrarios vivos de Jesús Eucaristía. ¿Pero son concientes de este gran beneficio?. Pues en muchas ocaciones pareciera que no se percatan de ello. La situación ya viene un poco visiada desde el hecho mismo; que no se les ha dado ejemplo de  experiencia de fe y vida en Jesús desde la primera infancia. Tampoco han llevado un acercamiento mínino con Dios, no saben quien es Dios, no le rezan, no saben que es orar, y en otras veces  tienen un mal comportamiento, porque se les ha mal educado en las normas morales. A raíz de ello vemos que son muchos niños que hacen su primera comunión, pero no saben que es lo que estan haciendo. Puede ser que se hayan aprendido el folleto o libro de catequesis de memoria, pero no signifca que tengan fe. Una cosa es aprender para pasar y otra es aprender para vivir. Lo podemos constatar porque esos niños de primera comunión, pasado una vez su "día grande", no vuelven a la santa Misa, todo porque ellos no ven relación entre la primera comunión y asistir a la Misa Dominical. Ni los padres de familia lo ven asi, simplemente solo quedan los bonitos recuerdos de como se celebró y que se hizo despues de la primera comunión. Pero después no hay nada, hasta la próxima vez que será cuando reciban su confirmación.

          
             
                ¿Qué haremos?
           Hemos llegado al final de la primera parte de esta reflexión, todos estamos llamados a concientizarnos y darnos cuenta porque camino vamos en nuestra vida cristiana. Nos quejamos de que nuestra sociedad esta corrompida y llenas de vicios, pero no nos queremos dar cuenta que la solución la tenemos en nuestras manos, bien podríamos recordar aquella frase: "Educa al niño de hoy y no tendrás que castigar al hombre del mañana". Pero nosotros ya no educamos, ya no damos amor y vida cristiana, por eso se castiga al joven que lastima, al adulto que comete crímenes, porque hemos dejado a un lado nuestra tarea y misión que se nos ha encomendado y ahora somos egoístas, que solo nos preocupamos por nuestras cosas y nuestros problemas. Hagamos conciencia, nunca es tarde, hasta que el soplo de la vida se acaba.
              

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