sábado, 28 de abril de 2012

IGLESIAS NACIONALES CATOLICAS, QUE NO ESTAN EN COMUNION CON LA IGLESIA CATOLICA ROMANA
INTRODUCCION:
            En el Salvador durante décadas hemos sufrido varias incisiones en el campo de la Fe, ya que muchas personas han decidido apartarse de la Iglesia Católica. Las sectas o grupos cristianos evangélicos como ellos se autodenominan han tenido un aumento considerable de seguidores. Creemos que esto se debe en parte al descuido que se ha tenido en la formación y preparación de los fieles católicos en su fe por parte de la misma Iglesia, que en algunas ocasiones se ha limitado a la práctica ritualista de los sacramentos. No descartamos que haya algunas Iglesias Particulares o Diócesis que hacen el esfuerzo de salir de esta coyuntura que se ha heredado. Hablaremos en esta ocasión no de las sectas que podemos dedicar un buen tiempo para ello, sino de otro grupo cristiano que no se considera secta sino que siguen siendo católicos, pero su obediencia y algunos puntos de carácter doctrinal han cambiado de rumbo. A veces queriendo volver a viejas practicas que ya fueran desechadas (ordenación de hombres casados) o innovando para atraer nuevos adeptos que antes no se acercaban a la Iglesia (como la ordenación de mujeres). Hablaremos concretamente de la Diocesis de san Vicente, que es donde da comienzo esta nueva "Iglesia Catolica".
            ORIGENES DE LAS DIVISIONES ENTRE CATOLICOS EN LA DIOCESIS DE SAN VICENTE
            Los problemas que se han dado, comenzaron a partir de la deficiencia que tenemos sobre la formación de los laicos. Nuestra historia comienza con un hombre, que después de haber conocido al Señor en un grupo carismático, decidió buscar el camino del sacerdocio. Luis Alberto, viene de una familia cuya fe, aunque es cristiana, no era católica, y pues después de una experiencia religiosa decide integrarse a la fe cristiana católica. Aunque ya era un poco mayor es recibido en el Seminario Pio XII, estamos hablando de la diócesis de San Vicente. El obispo que lo recibe, es monseñor Oscar Barahona, quien confía en que este buen joven resulte ser un sacerdote de los mejores. De hecho monseñor tenía buena mirada para estas cosas. Alberto resulto ser uno de los jóvenes que ganaron  el aprecio y cariño de su obispo, el cual le favoreció en muchas ocasiones, teniéndole compasión por su estado delicado de salud. Durante los años de formación sacerdotal, Luis Alberto no podía culminar todos los cursos, ya que su estado delicado de salud el hacia retirarse por largas etapas de formación, a veces varios meses. Debido a esto, se le permitió una formación de carácter más autónomo, aunque se le prolongo el tiempo de estudio. Ya este favor en vez de ayudarle seria todo lo contrario le dañaría para que posteriormente no tuviera claro muchos conceptos e incluso tan comunes entre los seminaristas: Como no distinguir entre un apóstol y un evangelista y poner a los dos en la misma categoría, cuando hay una diferencia entre los discípulos de los apóstoles y los apóstoles instituidos por Jesús, tomamos de referencia el mismo comunicado que el escribe cuando se proclama en contra del acta de pronunciamiento que hace el obispo de la diócesis de San Vicente ante el inminente Cisma que se acercaba por su ilegitima y posible invalida ordenación episcopal:   “ Se sabe que Cristo fundó una iglesia sobre la base de los apóstoles la cual permanece ininterrumpida hasta hoy, y si la iglesia de Roma se siente orgullosa de la sucesión de Pedro y Pablo, existen iglesias cristianas católicas que gozan de la legítima sucesión de insignes apóstoles como Mateo, “Lucas y Marcos”; de quienes recibiré la sucesión” (Luis Alberto Quintanilla, tomado de: iglesiacriatianacatolicaapostolica.blogspot.com/ ). 
            La ordenación sacerdotal de Alberto fue un 12 de diciembre de 1999, su primer trabajo pastoral, aunque ya tenia muchos; fue de vicario en la parroquia de El Calvario de Sensuntepeque. Tenía ya varios cargos algunos de carácter importante, como exorcista de la Diócesis, Director espiritual de la Renovación Carismática Católica y era fundador de un grupo misionero llamado “Discípulos de Cristo” y  con espiritualidad carismática y apologética; a quienes llevaba con  el deseo de querer constituirlos como un Instituto Secular con votos  y vida comunitaria.  Incluso realizaba las eucaristías que eran llamadas “Misas de Sanación”, donde en muchas ocasiones se prolongaba el acto penitencial con oraciones de perdón y antes de la oración después de la comunión con oraciones de sanación física e interior. Teniendo gran fama entre los fieles quienes acudían en masa a estas celebraciones, viniendo incluso de diversas parroquias a participar en ellas. Después probablemente  por una llamada de atención pastoral, paso las oraciones todas al final de la eucaristía.  Hasta aquí todo va bien, pero, después vendrán los problemas que debido al orgullo de ambas partes nunca llegaron a un verdadero dialogo que evitara una ruptura actual que se tiene entre mismos católicos.
            La fama de las celebraciones del padre Alberto, llegaron a muchos lugares y prontamente fue llamado por varias comunidades que pedían su presencia. Posiblemente la falta de una verdadera comunicación y la envidia por parte de sus propios hermanos sacerdotes, esta iniciativa de visitar comunidades ajenas a su parroquia de destino pastoral, le atrajo muchas críticas y murmuraciones, llegando a ser reprochado por varios sacerdotes para que no llegara a las comunidades sin permiso del párroco del lugar. Esto le lastimo en su orgullo y le dolió, hablando con el obispo, quien se puso de su lado, pero una vez que los sacerdotes aclararon con monseñor sobre el asunto que era mas de orden que de otra cosa, le llamo la atención a Luis Alberto. Para este tiempo ya el padre era párroco de Ciudad Victoria, donde tenía  mucha entrega con la gente y hasta había aprovechado los medios para evangelizar, llegando hasta algunas comunidades de Honduras que no podían ser asistidas con regularidad debido a las extensiones de las parroquias hondureñas.
            No sabemos con exactitud que paso, pero hubo una situación que cambio radicalmente la mentalidad  del padre Luis Quintanilla, probablemente fueran varias las causas, pero creemos que fue mas el hecho de que se sintió abandonado y despreciado por sus propios hermanos sacerdotes y a la vez pensamos que estos creyeron que Luis se sentía autosuficiente y los hacia aun lado con sus predicaciones y fama que había tomado entre los fieles. Leemos un fragmento de lo que el percibe y ve como resultado de su acción pastoral y como consecuencia el desprecio a su persona y al final también un debilitamiento de su salud física:
 “El obispo Barahona cuenta en el Padre Luis con un fiel colaborador, con un hijo respetuoso, un sacerdote piadoso; amante de Jesús Eucaristía quien lleva en procesión para que los enfermos sean sanados; devotísimos de la Virgen Santísima a quien invoca como Rosa Mística y a quien ha consagrado el ministerio misionero. Como gran predicador el Padre Luis es llamado a presidir Tardes de Alabanza, mañanas de oración, cenas-oraciones, asambleas de sanación etc. El padre comienza a despuntar también como ministro de alabanza y adoración. Por estos carismas y otros el Obispo no duda en nombrarlo Asesor de la Renovación Carismática, movimiento del cual el Padre se muestra agradecido y con gran afinidad.
Como asesor de la Renovación Carismática el Padre Luis tiene a su responsabilidad el movimiento en 11 parroquias; cada mes visita una parroquia con el Consejo Interdiocesano, celebra la “Misa de Sanación” y anima a todos los fieles de la Renovación a mantenerse fieles en estos tres grandes amores: la Eucaristía, la Santísima Virgen y la Iglesia. En estas visitas parroquiales se tienen la reunión con el consejo de cada parroquia y se analizan planes y proyectos para continuar trabajando como movimiento. Todas la parroquias esperan su turno para la visita del Asesor, pero algunos párrocos no quieren que se haga de esa manera, en dos parroquias no permitieron ni que se celebrara la Santa Misa porque consideraban eso un Show. No faltaron quienes acusaba de injerencia, de afán de protagonismo, incluso en una reunión a la que fue llamado el Padre Luis se le acuso de hacer lo mismo que hacen los brujos: “Tú estás haciendo la versión católica de los centros de brujería” le acuso un sacerdote.
La Vicaria de Ilobasco le pedía a la Vicaria de Sensuntepeque detuvieran la avalancha llamada Padre Luis. El Padre comenzó a ser acusado de brujo, de megalómano, de iluminado, de fanático; no faltó quien lo acuso de ir a las parroquias para hacer colectas y llevarse el dinero de los fieles de sus parroquias…
De todos estos desmanes era conocedor el Obispo Barahona quien animaba con palabras al Padre Luis “Tú sigue adelante, no les hagas caso, ellos quieren destruir la Renovación; sigue así orando por los enfermos, como el padre Tardif” –le dijo en una ocasión el obispo.
El año 2002 fue un año difícil. El trabajo pastoral en Victoria había aumentado; el padre se había entregado hasta no dar más, aumentó el número de misas, llevo la misa dominical hasta Santa Marta una comunidad que sufrió mucho en tiempo de guerra que fue desplazada y después repoblada, comunidad con más habitantes que la misma zona urbana.
Atendió todos los movimientos parroquiales, fomento la confesión y comunión de los primeros viernes incluso en las comunidades rurales, cada mes visitaba las 24 comunidades que comprendía la parroquia. Se realizaban vigilias cada mes con la asistencia de fieles de toda la parroquia. El Grupo Misionero había crecido sustancialmente, la Renovación Carismática le solicitaba no solo en las 11 parroquias a su responsabilidad sino también de toda la Diócesis y de todo el país; cada semana celebraba misa de sanación en la parroquia de Victoria, así como en el Calvario de Sensuntepeque.
Un día de agosto de 2002 el cuerpo ya no dio para mas y colapso, el médico dijo “surmenage” se fundió. Se suspendieron las actividades, por dos meses un sacerdote de Sensuntepeque atendía la parroquia, los fieles se volcaron a orar por su amado pastor, de toda la Diócesis se levantaba un clamor por la salud de Padre Luis Quintanilla.” (iglesiacriatianacatolicaapostolica.blogspot.com/)
Después de esto se desconoce que paso, el habla de unos amigos de Canadá, pero según testimonios y afirmaciones de los mismos misioneros, el padre Luis al regresar comenzaba a dar unas doctrinas que ya iban siendo diferentes a las sostenidas por la Iglesia Católica. Haya probablemente conoce a los miembros de la Iglesia Cismática del Magníficat, quienes se habían desligado de otra iglesia autónoma. Y mantiene con ellos una comunicación regular, e incluso después de haberse apartado de la Iglesia recibe a una delegación departe de ellos para confirmar en Centro América, cosa que mas tarde el mismo negaría cualquier relación con dicha institución, hasta el hecho de que el llamo a un miembro de esta para que ordenara al primer sacerdote casado en Honduras. Leamos que se escribe sobre el después de su enfermedad  y lo que afirma que paso:

‘Finales de agosto el Padre se está recuperando unos amigos de Canadá le invitan a dar un paseo con gastos pagados, el Padre acepta y se va por 10 días, un día antes de su retorno muere su abuelita Doña Jerónima Hernández, una santa mujer que le animó y formo en el conocimiento de la Palabra de Dios a pesar de no saber leer ni escribir. En los funerales de su abuelita no asistieron ni siquiera sus “muy queridos hijos”; eso olía mal. A pesar de todo el Padre regresó a la parroquia muy entusiasmado, con nuevos ánimos, ya recuperado a un 100% y listo a seguir dando la batalla. Tuvo un retiro con los “novicios” y ahí algunas cosas no parecían bien, comenzaron a cuestionarlo, algunos a favor otros en contra; el padre no sabía aún que estaba pasando.
29 de septiembre de 2002, fiesta de San Miguel Arcángel, el padre Luis predicó un sermón que le dolió a Satanás, algunos sacerdotes brincaron, unos fieles se escandalizaron y otros se alegraron que Dios hubiera enviado en medio de nosotros a un “profeta” que nos hable de parte de Dios con autoridad. El 13 de octubre de 2002 Monseñor José Luis Escobar Alas le dice al Padre Luis: “pasado mañana tiene que venir usted a hablar con Monseñor Oscar, no sé de qué se trata, él quiere hablar con usted; lo que sí le puedo decir es que para el domingo usted no tiene que estar ya en la parroquia, así que vea para donde sale pero el domingo usted ya no debe estar ahí, y viene pasado mañana a hablar con Monseñor”. El 15 de octubre el Padre Luis va a hablar con el Obispo Barahona, pero lo que encuentra es a un hombre serio con un folder que contiene dos páginas una donde se le hacen al Padre Luis varias acusaciones sin fundamento y otra donde tiene ya escrito lo que va a hacer”   (iglesiacriatianacatolicaapostolica.blogspot.com/).
            Desde este momento las cosas no mejoraron, no se pudo llegar a un verdadero dialogo y pues parece que según vemos actualmente, entro en contacto con otras Iglesias  “Católicas” no Romanas,  que tienen los mismos carismas católicos y algunas enseñanzas parecidas como la Iglesia Católica Apostólica Anglicana Renovada de El Salvador, quien su obispo monseñor Gabriel Orellana ordeno sacerdote a uno de los laicos seguidores del padre Luis en el camino que ha tomado.
            No sabemos que mas paso, el padre Luis alega persecución y amenazas de muerte, e incluso habla de un intento fallido, todo por su entrega y decisión de seguir adelante en su lucha por sus ideales. No podemos corroborar nada sobre ello, pero si afirmamos que poco tiempo después pudo haber entrado ya mas en dialogo con obispos disidentes de otras iglesias nacionales que se autodenominan católicas y lo animaron a seguir adelante. Hasta que el 9 de octubre de 2010 es ordenado Obispo por parte de estos obispos y así queda establecida oficialmente la Iglesia Católica Salvadoreña, teniendo como pastor supremo al padre Luis Alberto Quintanilla. Hasta la fecha el asunto, ha cambiado de panorama, ahora Luis Alberto es Obispo Primado del Salvador, ya que ordeno a tres obispos  casados  entre sus seguidores y tiene un puñado que sacerdotes y seminaristas. Una de las tácticas para ganar adeptos es mezclar fe con ideologías políticas y así llegar a aquellos que quisieran que la fe estuviera al servicio del estado. Aunque no negamos que entre los católicos podría existir una practica menguada pero similar sobre todo por intereses personales. 
            Algunos puntos doctrinales que diferencian a la Iglesia Católica Salvadoreña con la Iglesia Católica que obedece al Papa y esta en comunión con las demás hermanas Iglesias del mundo.
1.     No hay comunión con el Santo Padre el Papa Benedicto XVI, siendo el obispo primado (en este caso  el padre Luis Alberto)  el supremo pastor de la Iglesia nacional por el fundada.
2.     Hay diferencias en cuanto al sacerdocio Ministerial: La Iglesia Católica que obedece al Papa solo acepta como sacerdotes a hombres solteros y no permite el matrimonio (en el caso de Oriente es distinta la tradición) y la Iglesia Católica Salvadoreña, tiene a hombres casados como sacerdotes y obispos.
3.     Constituyen como ellos mismos han dicho, una Iglesia Nacional y autónoma, es decir que se rigen bajos sus propias normas y reglas. La Iglesia  que obedece al Papa  es nacional pero también universal, ya que se rige bajo normas establecidas desde los mismos Apóstoles y tiene su cabeza y representante mundial que es el Papa, como supremo Pastor y Vicario de Cristo en la tierra...
4.     Existen puntos de divergencia entre la idea de aceptar a mujeres en el ministerio sacerdotal o no. La Iglesia Católica, que obedece al Papa no acepta el ministerio femenino y la iglesia de Luis Alberto aplauden la posibilidad de que si suceda.
5.     Aun desconocemos si la ordenación episcopal de Luis Alberto sea canónicamente valida, ya que no sabemos si la sucesión apostólica sea real o no de los obispos disidentes de las Iglesias Nacionales que lo ordenaron. Por lo tanto, si no fuera valida su ordenación, todos  los obispos y sacerdotes que el haya ordenado no están válidamente ordenados y no son verdaderos obispos y sacerdotes.
El Ahora obispo Quintanilla con su clero y seminaristas.
            Esta es la historia y los sucesos que han llevado a esta separación entre los mismos hermanos católicos, queda orar por recuperar la unidad y esforzarse por formar a nuestros laicos y ministros de una manera tal que no duden de su fe y fidelidad a la Iglesia que Jesús fundo.