IGLESIAS
NACIONALES CATOLICAS, QUE NO ESTAN EN COMUNION CON LA IGLESIA CATOLICA ROMANA
INTRODUCCION:
En
el Salvador durante décadas hemos sufrido varias incisiones en el campo de la
Fe, ya que muchas personas han decidido apartarse de la Iglesia Católica. Las
sectas o grupos cristianos evangélicos como ellos se autodenominan han tenido
un aumento considerable de seguidores. Creemos que esto se debe en parte al
descuido que se ha tenido en la formación y preparación de los fieles católicos
en su fe por parte de la misma Iglesia, que en algunas ocasiones se ha limitado
a la práctica ritualista de los sacramentos. No descartamos que haya algunas
Iglesias Particulares o Diócesis que hacen el esfuerzo de salir de esta
coyuntura que se ha heredado. Hablaremos en esta ocasión no de las sectas que
podemos dedicar un buen tiempo para ello, sino de otro grupo cristiano que no
se considera secta sino que siguen siendo católicos, pero su obediencia y
algunos puntos de carácter doctrinal han cambiado de rumbo. A veces queriendo
volver a viejas practicas que ya fueran desechadas (ordenación de hombres
casados) o innovando para atraer nuevos adeptos que antes no se acercaban a la
Iglesia (como la ordenación de mujeres). Hablaremos concretamente de la Diocesis de san Vicente, que es donde da comienzo esta nueva "Iglesia Catolica".
ORIGENES
DE LAS DIVISIONES ENTRE CATOLICOS EN LA DIOCESIS DE SAN VICENTE
Los
problemas que se han dado, comenzaron a partir de la deficiencia que tenemos
sobre la formación de los laicos. Nuestra historia comienza con un hombre, que
después de haber conocido al Señor en un grupo carismático, decidió buscar el
camino del sacerdocio. Luis Alberto, viene de una familia cuya fe, aunque es
cristiana, no era católica, y pues después de una experiencia religiosa decide
integrarse a la fe cristiana católica. Aunque ya era un poco mayor es recibido
en el Seminario Pio XII, estamos hablando de la diócesis de San Vicente. El
obispo que lo recibe, es monseñor Oscar Barahona, quien confía en que este buen
joven resulte ser un sacerdote de los mejores. De hecho monseñor tenía buena
mirada para estas cosas. Alberto resulto ser uno de los jóvenes que
ganaron el aprecio y cariño de su
obispo, el cual le favoreció en muchas ocasiones, teniéndole compasión por su
estado delicado de salud. Durante los años de formación sacerdotal, Luis
Alberto no podía culminar todos los cursos, ya que su estado delicado de salud
el hacia retirarse por largas etapas de formación, a veces varios meses. Debido
a esto, se le permitió una formación de carácter más autónomo, aunque se le
prolongo el tiempo de estudio. Ya este favor en vez de ayudarle seria todo lo
contrario le dañaría para que posteriormente no tuviera claro muchos conceptos
e incluso tan comunes entre los seminaristas: Como no distinguir entre un
apóstol y un evangelista y poner a los dos en la misma categoría, cuando hay
una diferencia entre los discípulos de los apóstoles y los apóstoles
instituidos por Jesús, tomamos de referencia el mismo comunicado que el escribe
cuando se proclama en contra del acta de pronunciamiento que hace el obispo de
la diócesis de San Vicente ante el inminente Cisma que se acercaba por su
ilegitima y posible invalida ordenación episcopal: “ Se sabe que Cristo fundó una iglesia sobre
la base de los apóstoles la cual permanece ininterrumpida hasta hoy, y si la
iglesia de Roma se siente orgullosa de la sucesión de Pedro y Pablo, existen
iglesias cristianas católicas que gozan de la legítima sucesión de insignes
apóstoles como Mateo, “Lucas y Marcos”;
de quienes recibiré la sucesión” (Luis Alberto Quintanilla, tomado de:
iglesiacriatianacatolicaapostolica.blogspot.com/ ).
La
ordenación sacerdotal de Alberto fue un 12 de diciembre de 1999, su primer
trabajo pastoral, aunque ya tenia muchos; fue de vicario en la parroquia de El
Calvario de Sensuntepeque. Tenía ya varios cargos algunos de carácter
importante, como exorcista de la Diócesis, Director espiritual de la Renovación
Carismática Católica y era fundador de un grupo misionero llamado “Discípulos
de Cristo” y con espiritualidad
carismática y apologética; a quienes llevaba con el deseo de querer constituirlos como un
Instituto Secular con votos y vida
comunitaria. Incluso realizaba las
eucaristías que eran llamadas “Misas de Sanación”, donde en muchas ocasiones se
prolongaba el acto penitencial con oraciones de perdón y antes de la oración
después de la comunión con oraciones de sanación física e interior. Teniendo
gran fama entre los fieles quienes acudían en masa a estas celebraciones,
viniendo incluso de diversas parroquias a participar en ellas. Después
probablemente por una llamada de
atención pastoral, paso las oraciones todas al final de la eucaristía. Hasta aquí todo va bien, pero, después
vendrán los problemas que debido al orgullo de ambas partes nunca llegaron a un
verdadero dialogo que evitara una ruptura actual que se tiene entre mismos
católicos.
La
fama de las celebraciones del padre Alberto, llegaron a muchos lugares y
prontamente fue llamado por varias comunidades que pedían su presencia.
Posiblemente la falta de una verdadera comunicación y la envidia por parte de
sus propios hermanos sacerdotes, esta iniciativa de visitar comunidades ajenas
a su parroquia de destino pastoral, le atrajo muchas críticas y murmuraciones,
llegando a ser reprochado por varios sacerdotes para que no llegara a las
comunidades sin permiso del párroco del lugar. Esto le lastimo en su orgullo y
le dolió, hablando con el obispo, quien se puso de su lado, pero una vez que
los sacerdotes aclararon con monseñor sobre el asunto que era mas de orden que
de otra cosa, le llamo la atención a Luis Alberto. Para este tiempo ya el padre
era párroco de Ciudad Victoria, donde tenía mucha entrega con la gente y hasta había
aprovechado los medios para evangelizar, llegando hasta algunas comunidades de
Honduras que no podían ser asistidas con regularidad debido a las extensiones
de las parroquias hondureñas.
No
sabemos con exactitud que paso, pero hubo una situación que cambio radicalmente
la mentalidad del padre Luis
Quintanilla, probablemente fueran varias las causas, pero creemos que fue mas el
hecho de que se sintió abandonado y despreciado por sus propios hermanos
sacerdotes y a la vez pensamos que estos creyeron que Luis se sentía
autosuficiente y los hacia aun lado con sus predicaciones y fama que había
tomado entre los fieles. Leemos un fragmento de lo que el percibe y ve como
resultado de su acción pastoral y como consecuencia el desprecio a su persona y
al final también un debilitamiento de su salud física:
“El obispo Barahona cuenta en el Padre Luis
con un fiel colaborador, con un hijo respetuoso, un sacerdote piadoso; amante
de Jesús Eucaristía quien lleva en procesión para que los enfermos sean
sanados; devotísimos de la Virgen Santísima a quien invoca como Rosa Mística y
a quien ha consagrado el ministerio misionero. Como gran predicador el Padre
Luis es llamado a presidir Tardes de Alabanza, mañanas de oración,
cenas-oraciones, asambleas de sanación etc. El padre comienza a despuntar
también como ministro de alabanza y adoración. Por estos carismas y otros el
Obispo no duda en nombrarlo Asesor de la Renovación Carismática, movimiento del
cual el Padre se muestra agradecido y con gran afinidad.
Como asesor de la
Renovación Carismática el Padre Luis tiene a su responsabilidad el movimiento
en 11 parroquias; cada mes visita una parroquia con el Consejo Interdiocesano,
celebra la “Misa de Sanación” y anima a todos los fieles de la Renovación a
mantenerse fieles en estos tres grandes amores: la Eucaristía, la Santísima
Virgen y la Iglesia. En estas visitas parroquiales se tienen la reunión con el
consejo de cada parroquia y se analizan planes y proyectos para continuar
trabajando como movimiento. Todas la parroquias esperan su turno para la visita
del Asesor, pero algunos párrocos no quieren que se haga de esa manera, en dos
parroquias no permitieron ni que se celebrara la Santa Misa porque consideraban
eso un Show. No faltaron quienes acusaba de injerencia, de afán de
protagonismo, incluso en una reunión a la que fue llamado el Padre Luis se le
acuso de hacer lo mismo que hacen los brujos: “Tú estás haciendo la versión
católica de los centros de brujería” le acuso un sacerdote.
La Vicaria de Ilobasco le
pedía a la Vicaria de Sensuntepeque detuvieran la avalancha llamada Padre Luis.
El Padre comenzó a ser acusado de brujo, de megalómano, de iluminado, de
fanático; no faltó quien lo acuso de ir a las parroquias para hacer colectas y
llevarse el dinero de los fieles de sus parroquias…
De todos estos desmanes
era conocedor el Obispo Barahona quien animaba con palabras al Padre Luis “Tú
sigue adelante, no les hagas caso, ellos quieren destruir la Renovación; sigue
así orando por los enfermos, como el padre Tardif” –le dijo en una ocasión el
obispo.
El año 2002 fue un año
difícil. El trabajo pastoral en Victoria había aumentado; el padre se había
entregado hasta no dar más, aumentó el número de misas, llevo la misa dominical
hasta Santa Marta una comunidad que sufrió mucho en tiempo de guerra que fue
desplazada y después repoblada, comunidad con más habitantes que la misma zona
urbana.
Atendió todos los movimientos
parroquiales, fomento la confesión y comunión de los primeros viernes incluso
en las comunidades rurales, cada mes visitaba las 24 comunidades que comprendía
la parroquia. Se realizaban vigilias cada mes con la asistencia de fieles de
toda la parroquia. El Grupo Misionero había crecido sustancialmente, la
Renovación Carismática le solicitaba no solo en las 11 parroquias a su
responsabilidad sino también de toda la Diócesis y de todo el país; cada semana
celebraba misa de sanación en la parroquia de Victoria, así como en el Calvario
de Sensuntepeque.
Un día de agosto de 2002
el cuerpo ya no dio para mas y colapso, el médico dijo “surmenage” se fundió.
Se suspendieron las actividades, por dos meses un sacerdote de Sensuntepeque
atendía la parroquia, los fieles se volcaron a orar por su amado pastor, de
toda la Diócesis se levantaba un clamor por la salud de Padre Luis Quintanilla.”
(iglesiacriatianacatolicaapostolica.blogspot.com/)
Después de esto se
desconoce que paso, el habla de unos amigos de Canadá, pero según testimonios y
afirmaciones de los mismos misioneros, el padre Luis al regresar comenzaba a
dar unas doctrinas que ya iban siendo diferentes a las sostenidas por la
Iglesia Católica. Haya probablemente conoce a los miembros de la Iglesia Cismática
del Magníficat, quienes se habían desligado de otra iglesia autónoma. Y
mantiene con ellos una comunicación regular, e incluso después de haberse
apartado de la Iglesia recibe a una delegación departe de ellos para confirmar
en Centro América, cosa que mas tarde el mismo negaría cualquier relación con
dicha institución, hasta el hecho de que el llamo a un miembro de esta para que
ordenara al primer sacerdote casado en Honduras. Leamos que se escribe sobre el
después de su enfermedad y lo que afirma
que paso:
‘Finales de agosto el Padre se está
recuperando unos amigos de Canadá le invitan a dar un paseo con gastos pagados,
el Padre acepta y se va por 10 días, un día antes de su retorno muere su
abuelita Doña Jerónima Hernández, una santa mujer que le animó y formo en el
conocimiento de la Palabra de Dios a pesar de no saber leer ni escribir. En los
funerales de su abuelita no asistieron ni siquiera sus “muy queridos hijos”;
eso olía mal. A pesar de todo el Padre regresó a la parroquia muy entusiasmado,
con nuevos ánimos, ya recuperado a un 100% y listo a seguir dando la batalla.
Tuvo un retiro con los “novicios” y ahí algunas cosas no parecían bien,
comenzaron a cuestionarlo, algunos a favor otros en contra; el padre no sabía
aún que estaba pasando.
29 de septiembre de 2002, fiesta de
San Miguel Arcángel, el padre Luis predicó un sermón que le dolió a Satanás,
algunos sacerdotes brincaron, unos fieles se escandalizaron y otros se
alegraron que Dios hubiera enviado en medio de nosotros a un “profeta” que nos
hable de parte de Dios con autoridad. El 13 de octubre de 2002 Monseñor José
Luis Escobar Alas le dice al Padre Luis: “pasado mañana tiene que venir usted a
hablar con Monseñor Oscar, no sé de qué se trata, él quiere hablar con usted;
lo que sí le puedo decir es que para el domingo usted no tiene que estar ya en
la parroquia, así que vea para donde sale pero el domingo usted ya no debe
estar ahí, y viene pasado mañana a hablar con Monseñor”. El 15 de octubre el
Padre Luis va a hablar con el Obispo Barahona, pero lo que encuentra es a un
hombre serio con un folder que contiene dos páginas una donde se le hacen al
Padre Luis varias acusaciones sin fundamento y otra donde tiene ya escrito lo
que va a hacer” (iglesiacriatianacatolicaapostolica.blogspot.com/).
Desde
este momento las cosas no mejoraron, no se pudo llegar a un verdadero dialogo y
pues parece que según vemos actualmente, entro en contacto con otras
Iglesias “Católicas” no Romanas, que tienen los mismos carismas católicos y
algunas enseñanzas parecidas como la Iglesia Católica Apostólica Anglicana
Renovada de El Salvador, quien su obispo monseñor Gabriel Orellana ordeno
sacerdote a uno de los laicos seguidores del padre Luis en el camino que ha
tomado.
No
sabemos que mas paso, el padre Luis alega persecución y amenazas de muerte, e
incluso habla de un intento fallido, todo por su entrega y decisión de seguir
adelante en su lucha por sus ideales. No podemos corroborar nada sobre ello,
pero si afirmamos que poco tiempo después pudo haber entrado ya mas en dialogo
con obispos disidentes de otras iglesias nacionales que se autodenominan
católicas y lo animaron a seguir adelante. Hasta que el 9 de octubre de 2010 es
ordenado Obispo por parte de estos obispos y así queda establecida oficialmente
la Iglesia Católica Salvadoreña, teniendo como pastor supremo al padre Luis
Alberto Quintanilla. Hasta la fecha el asunto, ha cambiado de panorama, ahora
Luis Alberto es Obispo Primado del Salvador, ya que ordeno a tres obispos casados
entre sus seguidores y tiene un puñado que sacerdotes y seminaristas.
Una de las tácticas para ganar adeptos es mezclar fe con ideologías políticas y
así llegar a aquellos que quisieran que la fe estuviera al servicio del estado.
Aunque no negamos que entre los católicos podría existir una practica menguada
pero similar sobre todo por intereses personales.
Algunos
puntos doctrinales que diferencian a la Iglesia Católica Salvadoreña con la
Iglesia Católica que obedece al Papa y esta en comunión con las demás hermanas Iglesias
del mundo.
1. No hay comunión con el
Santo Padre el Papa Benedicto XVI, siendo el obispo primado (en este caso el padre Luis Alberto) el supremo pastor de la Iglesia nacional por
el fundada.
2. Hay diferencias en cuanto
al sacerdocio Ministerial: La Iglesia Católica que obedece al Papa solo acepta
como sacerdotes a hombres solteros y no permite el matrimonio (en el caso de
Oriente es distinta la tradición) y la Iglesia Católica Salvadoreña, tiene a
hombres casados como sacerdotes y obispos.
3. Constituyen como ellos
mismos han dicho, una Iglesia Nacional y autónoma, es decir que se rigen bajos
sus propias normas y reglas. La Iglesia
que obedece al Papa es nacional
pero también universal, ya que se rige bajo normas establecidas desde los
mismos Apóstoles y tiene su cabeza y representante mundial que es el Papa, como
supremo Pastor y Vicario de Cristo en la tierra...
4. Existen puntos de
divergencia entre la idea de aceptar a mujeres en el ministerio sacerdotal o
no. La Iglesia Católica, que obedece al Papa no acepta el ministerio femenino y
la iglesia de Luis Alberto aplauden la posibilidad de que si suceda.
5. Aun desconocemos si la
ordenación episcopal de Luis Alberto sea canónicamente valida, ya que no
sabemos si la sucesión apostólica sea real o no de los obispos disidentes de
las Iglesias Nacionales que lo ordenaron. Por lo tanto, si no fuera valida su
ordenación, todos los obispos y
sacerdotes que el haya ordenado no están válidamente ordenados y no son
verdaderos obispos y sacerdotes.
El
Ahora obispo Quintanilla con su clero y seminaristas.
Esta
es la historia y los sucesos que han llevado a esta separación entre los mismos
hermanos católicos, queda orar por recuperar la unidad y esforzarse por formar
a nuestros laicos y ministros de una manera tal que no duden de su fe y
fidelidad a la Iglesia que Jesús fundo.